TODO

Tuesday, November 21, 2006

SU HERENCIA.


No puedo dudar de que su mirada se cruzò con la mia en algun momento crucial para que mis pasos tomaran un camino mas seguro; no puedo decir , aunque me gustaria que alguien lleno de amor por mi me procurò esto; de hecho no puedo recordar a mi madre con una gran convicciòn ,sino solo con las tradicionales costumbres familiares.
Estoy tan agradeciida de que fue El casi directamente quien me forzò a entrar por esa puerta llamada estrecha y me cobijò esa calidez de su protecciòn y me proporcionò la guia que aun està vigente en mi para enfrentar con esperanza la vida que se presenta hoy con tantos vaivenes y no agradables. Y por supuesto tuve el privilegio de compartir la mas maravillosa herencia que ser humano puede dar a sus descendientes y puedo asegurar que esta no fue menospreciada y se que continuarà hasta que la linea de meta este delante de nuestros ojos.
Tristemente con el afan de seguir el "progreso" y los cambios que se presentan ,las nuevas generaciones se han visto despojadas de este bien al que tenian derecho y tienen que someterse al règimen de una " libertad " mal entendida que solamente sirve para dejar heridos en el campo de batalla. Escucho con desagrado , lo confieso la dizque sabia declaraciòn de "yo no le voy a inculcar nada , hasta que el o ella tengan la capacidad de elegir". Cuando es mas sabio pensar en no negarles su herencia y ya despues ellos escogeràn si siguen ahi o se desvian por otro camino , cosa que creo no sucederà en muchos casos.
La educaciòn , la moral , y los valores que humanamente se enseñan sin apoyo en las cosas que aseguran la sanidad del alma, tarde o temprano sucumben ante los embates de la vida actual y nunca se encuentra el verdadero sentido o propòsito de cada vida; y mucho menos conoceràn el verdadero amor que solo aquel que creò todo lo que existe , y que sufriò tan inmenso dolor por nuestras almas puede darnos.
Debemos volver a los sabios rudimentos escritos hace miles de años y no privar a nuestros hijos del milagro de la Fe que nos ofrece una vida abundante , fructifera y eterna.
Deuteronomio 6: 6-9